El Aborto Lector
Para sobrevivir a la vida real es necesario ficcionalizarnos.
viernes, enero 18, 2013
Debajo de las flores
Pienso, ¿cuántos muertos quedarán en las cunetas, escondidos detrás de toda esa belleza? ¿cuáles serán sus nombres?
jueves, enero 17, 2013
La segunda vuelta
miércoles, junio 17, 2009
calor a la valenciana
Suelo cerrar los ojos y tirarme bajo el ventilador, suelo beber agua hasta desencajar la vejiga, o simplemente suelo comportarme como una sonámbula diurna que camina autómata, ciega y con muchos deseos de sorprender la noche sudando una alegría mortecina.
lunes, mayo 25, 2009
lunes, mayo 11, 2009
ROMANCE
Está en mi top ten de las canciones más tristes de la historia
Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos la tenía.
Vi entrar señora tan blanca
muy más que la nieve fría.
- ¿Por dónde has entrado amor?
¿Cómo has entrado mi vida?
Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías.
- No soy el amor, amante:
la Muerte que Dios te envía.
- ¡Ay, Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día!
- Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
más de prisa se vestía;
ya se va para la calle,
en donde su amor vivía.
- ¡Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta niña!
- ¿Como te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue al palacio,
mi madre no está dormida.
- Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás querida;
la Muerte me está buscando,
junto a ti vida sería.
- Vete bajo la ventana
donde ladraba y cosía,
te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
la Muerte que allí venía:
- Vamos, el enamorado,
que la hora ya está cumplida.
viernes, mayo 08, 2009
SUEÑAN LOS ANDROIDES CON OVEJAS ELÉCTRICAS
Luego me pierdo en el recuerdo, veo sus ojos lejanos otra vez acercándose a mi boca.
Todos vuelven, lentamente, como muertos incapaces de abstener sus olvidos.
Me entrego a la totalidad, pero sigo fragmentada en los laberintos.
La pantalla gigante se abre delante de mí, verde, ramificada, obstaculizada por las enajenaciones transitorias.
Déjame tu mano, aún siento el dolor del ruido entre las góndolas del supermercado, aún siento la asfixia de los muertos y la confución de los que están huyendo de si mismos.
miércoles, mayo 06, 2009
ALERGIAS Y OTROS MALEFICIOS
Luego me anega una nubosidad (invariable) en los ojos.
Después los picores en la garganta, en el paladar, en la dermis y en la epidermis... hasta que lo único que queda por rascar son mis tripas, pero no lo hago sólo por la incomodidad de meter mi mano por la boca hasta el codo, y seguir empujando hasta llegar al estómago, sólo por eso.
Ahora justamente mi tobillo tiene un hormiguero voraz. Pero como aún estamos en un mundo civilizado, tengo mis patillitas devuelvevidas, por unas horitas otra vez respiro como ser humano normal, dejo de ser una rana explosiva y soy la invención de mí.
miércoles, abril 22, 2009
Nacer de mí
desprendo un nuevo silencio
Me detengo, infinita,
en un abrazo sin respiros
Descubro entre las parturientas
al pequeño extranjero
lo abrazo, lo derrito,
escupo su saciedad sobre mi cuerpo,
me entrego a su esencia sin sonidos.
jueves, abril 16, 2009
miércoles, abril 15, 2009
Alzira va poniéndose gris
Mi querido Oliverio, tendrás que esperar muchos años más.
martes, abril 14, 2009
lunes, abril 13, 2009
De feriado
Mañana otra vez la rutina, pero dentro de una semana es otra vez fiesta.
Estoy con las manos afiladas para escribir, tengo que aprovecharlo y hacer de una vez por todas la novela. Ya tengo el argumento, lo que no es poco. Abandoné mi protagonista prostituta, habrá muchas mujeres y niños, y no diré más.
El bicho toca el piano (letra de Ferrer, música de Piazzolla), El gordo triste
Por su pinta poeta de gorrión con gomina,
por su voz que es un gato sobre ocultos platillos,
los enigmas del vino le acarician los ojos
y un dolor le perfuma la solapa y los astros.
Grita el águila taura que se posa en sus dedos
convocando a los hijos en la cresta del sueño:
¡a llorar como el viento, con las lágrimas altas!,
¡a cantar como el pueblo, por milonga y por llanto!
Del brazo de un arcángel y un malandra
se van con sus anteojos de dos charcos,
a ver por quién se afligen las glicinas,
Pichuco de los puentes en silencio.
Por gracia de morir todas las noches
jamás le viene justa muerte alguna,
jamás le quedan flojas las estrellas,
Pichuco de la misa en los mercados.
¿De qué Shakespeare lunfardo se ha escapado este
hombre que un fósforo ha visto la tormenta crecida,
que camina derecho por atriles torcidos,
que organiza glorietas para perros sin luna?
No habrá nunca un porteño tan baqueano del alba,
con sus árboles tristes que se caen de parado.
¿Quién repite esta raza, esta raza de uno,
pero, quién la repite con trabajos y todo?
Por una aristocracia arrabalera,
tan sólo ha sido flaco con él mismo.
También el tiempo es gordo, y no parece,
Pichuco de las manos como patios.
Y ahora que las aguas van más calmas
y adentro de su fueye cantan pibes,
recuerde y sueñe y viva, gordo lindo,
amado por nosotros. Por nosotros.