jueves, mayo 19, 2005

El suicidio de un aborto

Los suicidios acurrucados en la punta izquierda de los pezones,
juegan
como queriendo evadir el armonioso destino de bailarinas sin dientes.
Entonces
alguien más se desliza entre la sábana enmohecida,
quizás algún pequeño engendro de religiones obtusas.
Algunos de los suicidios exclaman:- ¡Quiere entrar al juego!
¡Quiere alcanzar la fanfarria del último mazo sin tirar!
Así el engendro se despliega,
grandilocuente,
entre las partículas de tetas pegajosas de semen,
se abre entero para arrancar el número de su muerte
entonces los suicidios que se acunaban en el seno para evadir del frío
se vuelven astutos y embusteros
y con una baraja debajo de la manga
presionan la yugular del engendro
haciendo saltar la serie de su deformidad.

1 comentario:

EL ABORTO LECTOR dijo...

Sí,algo por el estilo.