jueves, mayo 19, 2005

La vuelta

Jesús vuelve a la tierra y deseoso de recuperar su lugar se dirige al Santo Papa, luego de una extensa discusión sobre si es o no el verdadero Jesús el Papa le dice :- “Si hubiéramos continuado pensando como vos, ahora, al volver, ni tan siquiera habrías oído hablar del cristianismo. En cambio, gracias a los Concilios y a los Santos Padres, el cristianismo ha resistido. Ya sé que no es el tuyo, sino uno adaptado a los tiempos; pero es el único que podía resistir. El tuyo murió contigo, en la cruz o con los mártires de los primeros siglos. Nosotros hemos aliado a la autoridad y a los poderosos para que éstos nos dejasen vivir. La humanidad se divide en dos grandes categorías: los imbéciles que trabajan y los listos que viven tiranizando a quien trabaja, como son gobernantes, políticos, magistrados, militares y sacerdotes. Nosotros, como buenos sacerdotes, debemos estar con los listos, que siempre están aliados entre sí. La cruz no es más que la prolongación de los brazos de la horca. Y la cruz tenía que bendecir la horca, pero la horca de la que colgaban los enemigos de la autoridad. En la cuchilla de todo tirano, junto a la sangre de las víctimas, hay siempre una gota de agua bendita..."

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