sábado, octubre 01, 2005

Argentina me recibió con un caño del baño roto, con un taxista que me quiso estafar, y con una china que me vendió un yogurt podrido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Shh, no sea apátrida!
Buenos Aires tiene su encanto, su ventanita de calle de arrabal...
Por lo menos no hay tantos invertidos, ni tanto libertinaje..bah no se..por lo menos no en mi casa...
Bueno es un verdadero gusto tenerla de vuelta entre nos y en la sala para compartir con ud. eternas tardes de primavera.Ahora ya está desengañada. Lamento no la hayamos podido recibir con una comitiva y con la debida pompa y circunstancia. Eso se los dejo a otros q sabrán hacerlo mejor.
"carpe diem, quam minimum credula postero"