Obligar a las manos que dejen de lastimar el sueño del cuello. Despegarlas rectangularmente para q alivien el silencio que no deja de lagrimear sobre mi espalda. Y me despierta con la sangre acontecida de infancias.
Hay tantas pérdidas en este sitio, que la última sustancia de yo deja de responderse. Una lánguida espera que me resucite sin vida´s.
Paréntesis al respiro, mientras las manos siguen dibujando la nueva forma del ex-cuello, que ya no es tan erguido como antes, que ya no se viste de extrañeza, que ya no se dilata con las bocas ajenas, que ya no es nada de lo necesita creer q era.
3 comentarios:
Me paso algo raro leyendo tu peoma. Lo leía y escuchaba tu voz recitando.
POBRETA MI CHIQUETA!!!
SERIA BUENO JUNTARNOS LOS BLOGGER A RECITAR, Y A TOMAR....
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