lunes, noviembre 21, 2005

Sr. Leopoldo Lugones

Mi cabeza va a explotar, mi estómago se retuerce y mis piernas no dejan de tambalearse. Estoy en un estado de nervios que empieza a rayar en un caso crónico de histeria familiar, y quiero vomitar una gran parte de mi vida, una gran parte de sentimientos innecesarios que siguen estorbando.
Como nada sólido me pasa, ya voy por el cuarto litro de agua (sin contar los dos de mate), y apenas pasan de las 5 de la tarde.

Molesta mucho saber que las personas que más deberían querernos y apoyarnos cuando estamos bien (o mal), se encargan de opacar todo el sabor a helado de chocolate suizo y mascarpone.
Y de a ratitos entiendo (sin comprender) que de tanto pulverizar sueños, suelen volverse más volátiles.

Pero en definitiva me tranquilizo cuando parpadeo la epifanía, que nada es tan perfecto y tan real como el presentimiento de crecernos, desesperarnos, reencontrarnos, gozarnos, amarnos, invocarnos, temblarnos, eternizarnos...

...aunque en este momento muchos de los que deberían tenernos abrazados hayan saltado del otro lado, nos hayan dilapidado, nos hayan dado vuelteretas como a una tortilla que en definitiva es la misma que la de ellos. Y yo que tanto detesto las vueltas porque me marean, yo que prefiero la caída libre por más brusca sea, por más vértigos que me invadan.

Mis palabras hoy estan mutiladas por el mismo dolor que cercena las suyas, y se mueven como animales heridos, y se arrastran sobre mi cuerpo "relajado", implorando seguir viviendo. Y yo las consuelo recitándole sus cartas, mostrándole sus flores, manchándolas con sus bombones, navegándolas en su vino.
Y así se quedan adormecidas entre los graznidos del amor y los maullidos de su recuerdo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es tiempo de tenernos. Es tiempo de silencio, de respeto. Tiempo de pensar y digerir, de reflexionar, de abrir las venas. Es tiempo de sangrar, de abrir los ojos. Tiempo de esperar, de pensar y amar. Es tiempo de privacidad, de complicidad, es momento de estar, de abrir la puerta. Es tiempo de enseñar, tiempo de aprender, tiempo de libertad. Es hora de jugar, de ganar, de vivir. Tiempo de merecer, de gritar, de dar la cara. Es tiempo de certeza, de dignidad, de cariño, de compartir. Tiempo de juntar, de decidir, de proyectar. Momento de entender, de no juzgar, de permitir. Tiempo de definir, de caminar, de solventar. Momento de realizar, de sensatez, de tiempo.