Acabo de llegar del cementerio de Chacarita. Fuimos a conocerlo con mi hermana y con su amiga L., es muy bonito, el olor que sale de los nichos me atrae de una manera singular.... y esas cruces sin nombre o con nombres pero que nunca llegarás a conocer a quien las habita debajo (o quizás sí...). Quizás sea que mi ánimo estos días fluctúa de manera irreverente, quizás no esté diagramada para las preciones, porque no soporto el peso del silencio y a la vez lo adoro y lo idoloatro. Porque esta soledad de estar todo el tiempo acompañada me está haciendo una fisura en mis manos, en mis palabras, en el sueño, en el hambre.